Me escondo entre la gente; me río, canto, disimulo y vuelvo a cantar. Me escondo entre topos de colores. Y entre las lágrimas del cielo y el brillo de los coches.
Aprovecho mi refugio para volverme un poco más invisible. Como quien cruza el mundo sin que nadie más se dé cuenta: simplemente dadme paso.
Lo inclino, me destapo y, a veces, lo cierro y lo abro. Lo sacudo y lo guardo. ¿Llueve o ya no? Chispea. Me aguanto. Parece que se anima… Lo abro de nuevo y desaparezco otra vez.
En casa, con bata, delante del ordenador. Leyendo sobre algo que probablemente se me olvide, con mucha suerte, en unas semanas. En una ciudad, cerca y lejos del campo. Si quiero puedo ver la montaña, pero me cuesta. Además, ¿qué se entiende por montaña? Lo sé, lo que veo ya no es eso, es una porción de tierra más elevada pero no es una montaña.
Las montañas están más lejos. Y cuanto más lejos de nosotros, mejor.
Desde mi habitación parece que todo marcha bien. Tengo luz, agua, buena temperatura (la controlo yo, está claro), comida, seguridad y todos los caprichos ociosos que yo creo necesarios. ¿Lo tengo todo? Ni yo ni nadie.
Lo cierto es que nos estamos cargando lo más importante, de hecho, lo único que importa. Y yo no lo sé aunque escriba esto, pues pocos saben de lo que hablo realmente.
Hablamos de nuestros padres como aquellas personas que nos han dado la vida, de nuestra familia como esa gente que siempre está ahí, de nuestros amigos porque se dejen o no en el camino siguen estando cerca. Y parece que por todas estas personas podamos movernos, mover el mundo. Porque les debemos cosas y, también, queremos hacerlo porque les queremos.
Pero nos olvidamos de algo muy importante que nos ayuda cada segundo de nuestra vida: el mundo. El mundo entendido como tierra, agua, bosques, animales, naturaleza… Y parece un tópico, un dicho, pero es así. Y yo no me he dado cuenta de nada. Si no, no estaría aquí. Yo estoy simplemente empezando a ver que algo pasa, algo no va bien y ver que a nuestro alrededor todo parece perfecto no vale. Si abres los ojos, lo verás. Reacciona.
Tenemos que cuidar a quien más lo necesita.
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