Dicen que el hombre es el único animal que cae dos veces en la misma piedra. Yo, que soy una mujer, rectifico mi camino y si hace falta cambio de rumbo. Y nunca, nunca, miro atrás. Ni me acerco, ni lo huelo, ni lo pienso. ¿Pasado? Pues pasado es. Lo haya decidido quien lo haya decidido.
Juega en mi contra, no obstante, que tengo poca memoria histórica y que a menudo, soy más tonta que las piedras. ¿Estoy haciendo humor? No pensaba.
Pero la realidad es así de chistosa y triste a la vez. Me dejo engañar fácil… o me dejaba engañar fácil. Si algo he ido aprendiendo con los años es a construir una fuerte coraza (para proteger lo que su propio nombre indica) y aunque es una pena dejar de ser tan ‘lo que sea’, es lo que hay.
Y si lo hay, pues pa’lante con eso.