Escritura Visual

26 May, 2011

El hombre es el único animal que cae dos veces en la misma piedra, pero yo soy una mujer

Dicen que el hombre es el único animal que cae dos veces en la misma piedra. Yo, que soy una mujer, rectifico mi camino y si hace falta cambio de rumbo. Y nunca, nunca, miro atrás. Ni me acerco, ni lo huelo, ni lo pienso. ¿Pasado? Pues pasado es. Lo haya decidido quien lo haya decidido.

Juega en mi contra, no obstante, que tengo poca memoria histórica y que a menudo, soy más tonta que las piedras. ¿Estoy haciendo humor? No pensaba.

Pero la realidad es así de chistosa y triste a la vez. Me dejo engañar fácil… o me dejaba engañar fácil. Si algo he ido aprendiendo con los años es a construir una fuerte coraza (para proteger lo que su propio nombre indica) y aunque es una pena dejar de ser tan ‘lo que sea’, es lo que hay.

Y si lo hay, pues pa’lante con eso.

18 May, 2011

Algo nuevo

Hasta hace poco me molestaba tener mala memoria. Darme cuenta de que se me olvidaban algunos momentos que, pensaba, me gustaría recordar.

Ahora me he dado cuenta de que para poder vivir y recordar nuevos buenos momentos, hay que desechar otros.

La capacidad del cerebro es limitada. Realmente no lo sé, pero creo que así es. De lo que estoy segura es que la capacidad del ser humano para tolerar es limitada, por eso nuestro cerebro decide aparcar lo que nosotros no toleramos más. Porque no podemos con ello aunque queramos.

La paciencia se acaba, el esperar se acaba.

¡Pero qué importa lo que acaba si siempre hay algo nuevo por empezar!

30 marzo, 2011

Reloj de pared

Filed under: Personal — LB @ 14:42
Tags: , , , , , ,

Posiblemente tenga más memoria de lo que pensaba y aún más de lo que me gustaría.

Sigo en ese sofá, acostada de mala manera, incómoda. Esperando sin esperar nada. Sin saber qué es mejor. En el fondo, quizás, nada haya cambiado.

Y me odio por eso: ¿pero qué te pasa?

Cada día añado un parche más a mi viejo abrigo, pero no tengo nada para combatir el óxido que me corroe; por dentro.

Soy como un reloj de pared que da las horas… pero sólo porque le dan cuerda. Nadie se percata de que sus engranajes chirrían; aún.

 

 

 

(Una vez me explicaron que si sonríes, a tu cerebro le das la indicación de ser feliz)

Blog de WordPress.com.