Escritura Visual

14 noviembre, 2011

Cambios

Filed under: Personal — LB @ 0:08
Tags: , , , , ,

Nos solemos mover por los mismos espacios, ver las mismas cosas, vestir la misma ropa, decir las mismas palabras, incluso revivir las mismas historias. Somos repetitivos, si algo nos hace gracia muchas veces es porque nos hemos olvidado de que ya lo habíamos oído antes o porque nos lo habían contado de otra manera. Y supongo que en eso consiste la originalidad hoy en día: en hacer lo mismo pero diferente. Ser diferente sin serlo, aparentarlo.

Yo hago ver que renuevo mi habitación cuando cuelgo un cuadro nuevo, cuando uso otro ambientador, cuando cambio la foto de aquel marco (cambiar una foto puede significar tantas cosas…). También me renuevo a mí misma vistiendo ropa nueva, luciendo un nuevo collar, cambiando de perfume. Pero sólo cambia algo en apariencia. En realidad todo sigue igual.

Porque un cambio radical implicaría una ruptura violenta. Con 18 años quise cambiar mi habitación para poder diseñarla y decorarla a mi antojo y entonces sí lo noté: yo cambié porque mi núcleo, el lugar en el que he pasado y paso más horas había cambiado. Y sobre todo porque yo había decidido qué quería.

Con la ropa sucede algo distinto. No es habitual tirar toda tu ropa y comprártela toda nueva. El cambio es más lento.

Pese a todo, son cambios que te influyen y que, a su vez, han derivado de un cambio que ha habido en tu interior. Pero, ¿hasta qué punto puede cambiar una persona? Y, ¿esos cambios son permanentes?

Yo he cambiado y cambio, no obstante, mi esencia sigue aquí. O eso creo.

O quizá no he cambiado, sólo he crecido y me he adaptado a los cambios de mi entorno. Sobrevivir, lo llaman.

4 septiembre, 2011

Una zancada

Filed under: Personal — LB @ 21:03
Tags: , , , , ,

Y de golpe un golpe de viento, un viraje, una oleada de calor o de frío que cambia el rumbo. Porque sí, porque el viento es libre y nadie lo controla. Y tu rumbo es el rumbo del viento, el que él elija por más que creas que controlas completamente tu vida.

Nada será como era, y posiblemente eso no sea ni bueno ni malo. Pero el hecho es que todo está cambiando: ha cambiado ya.

Siento náuseas, me mareo… de repente, tengo vértigo y me dan miedo las alturas. ¿Quiero bajarme?

Caminas, paso a paso, pero a veces tropiezas o das un zancada más grande y todo cambia. Sin más.

Crea un blog o un sitio web gratuitos con WordPress.com.