Escritura Visual

28 junio, 2011

Una instantánea

Un perro meando en el balcón… y las gotas de su pis cayendo hacia abajo, hacia la acera de la calle.

Yo estaba en el bus, como cada día, de camino al trabajo, y nos habíamos detenido en una parada. Me había tocado sentarme al lado de la ventana (curiosamente una «amable» mujer me dejó ponerme ahí… ¿que porqué lo digo así? porque sentarse ahí era lo mismo que irse a vivir al Polo Norte -putos aires acondicionados de los buses que o no los notas o te congelan-) y, como que no quiere la cosa, miré a la izquierda…

Un perro sale al balcón, da dos vueltas sobre sí mismo, mira unas macetas, se acerca a ellas, levanta la pata y ale, a mear. ¡Pero bueno!

Inmediatamente miro abajo… ¿hay alguien? Por suerte no, tampoco había nadie cerca… Pero… ¿y si hubiera pasado alguien?

Siento que he presenciado un momento divertido a la par que desagradable. Divertido si ves que le pasa a otro y desagradable si te pasa a ti.

¡Vaya tela!

Mira que no pasar nadie…

27 junio, 2011

Mermelada de frambuesa

Filed under: Personal — LB @ 21:21
Tags: , , , , , , , ,

Si cierras mal un bote de mermelada, en realidad, sigue abierto. Se trata de una pequeña obertura imperceptible para alguien con prisas; uno o dos milímetros por los que puede pasar el aire.

Confías en haberlo cerrado y lo guardas en la nevera porque ya sabes que una vez abierto consérvese en el frigorífico. Pero aunque esté en frío, el aire oxida los alimentos, igual que nos oxida a nosotros… hasta que nos mata.

Si vuelves al día siguiente a por él, no notarás un sabor diferente pero sí te darás cuenta de que estaba mal cerrado y pensarás: «la próxima vez tengo que asegurarme». Y lo cerrarás bien, más fuerte incluso que de costumbre.

Si no regresas a por el bote en bastante tiempo, la mermelada se habrá empezado a estropear. Y lo que un día fue dulce se habrá vuelto amargo. Y ya no lo querrás…

Si simplemente no regresas, el bote seguirá abierto siempre.

Si no lo cerraste bien, sigue abierto. Ciérralo bien.

26 junio, 2011

Las siete y media

Filed under: Personal — LB @ 5:36
Tags: , , , , , , ,

De golpe siento que no tengo nada. Son las siete y media de la mañana y no he madrugado para estar aquí.

Ganas de reír, de llorar. De no querer.

Y de camino a casa me he encontrado frente a frente con la decadencia, y me ha mirado y he cuestionado sus intenciones.

También me he topado con algo tan auténtico que me ha hecho -aunque fuera sólo por unos segundos- replantearme mi forma de vida. Cuánta envidia sana.

Pero no depende de mí. O sí. No me importa. Me voy. Me iré, seguro.

A mí nadie me viene a salvar. Nadie vendrá.

De todos modos, tampoco querría.

*Es hora de soñar dormida.

19 junio, 2011

Conocerte fue mejor que haberte conocido

Filed under: Personal — LB @ 19:26
Tags: , , , ,

Fue bonito conocerte pero no lo es el haberte conocido.

Me arrepiento de haberte conocido pero no del tiempo que empleamos en conocernos.

Odio haberte conocido, era mejor cuando no te conocía y jugaba a hacerlo.

¿Y si no te hubiera conocido? Sería una lástima no haber vivido el conocerte pero ahora no me arrepentiría de ello.

¿Y si por más que probara nunca hubiera llegado a conocerte? Entonces sería una engañada más.

¿Y si no nos hubiéramos conocido? Éramos mejores cuando ni siquiera teníamos la intención de hacerlo. Luego todo, en poco tiempo, se estropeó.

Me alegro de haberte conocido para poder haber vivido el conocerte pero afirmar ahora que odio haberte conocido.

13 junio, 2011

Ni todo ni nada

Filed under: Personal — LB @ 23:27
Tags: , , , , ,

Nada y todo tiene sentido.

Todo lo que he hecho me ha llevado hasta aquí. Si no hubiera hecho nada, nada sería igual; y todo sería extraño desde el punto de vista presente.

Nada ha hecho que yo cambiara, o quizás todo y sí que he cambiado. O sólo un poco de nada o un poco de todo.

Nunca sabré si lo que he hecho ha sido lo correcto. O quizás sí porque estoy satisfecha de ello: de todo y de nada. De nada y de todo. De mí, sólo de mí. Creo. A veces…

No saber nunca, no estar seguro nunca, no querer ni todo ni nada.

Harta.

12 junio, 2011

Quiero ser como las plantas de mi jardín

Filed under: Personal — LB @ 12:08
Tags: , , , , , ,

Se tambalean, continuamente. No tienen descanso.

Hace viento y la peor parte se la llevan los pétalos casi marchitos: les obligan a caer.

Las hojas aguantan las turbulencias agarrándose fuerte al tallo, intentándose no pinchar con las espinas y rezando porque el pulgón no las haya debilitado en exceso.

Cuando el viento se detiene llega la calma y puedo notar cómo sonríen.

Cuando las nubes dejan salir al sol, mis plantas se iluminan: están radiantes.

Me sorprende su capacidad para aguantar estoicamente el viento y el frío. Pero sobre todo la paciencia que han tenido durante meses para florecer en primavera.

Y, entonces, estarán mejor que nunca, siempre mejor que el año anterior.

8 junio, 2011

Esto, ahora, hoy

Filed under: Personal — LB @ 23:12
Tags: , , , , , , , , ,

Estoy loca pero echo de menos la mayor de las locuras. Y echar de menos no implicar querer algo ni mucho menos buscarlo. Se trata tan sólo de añoranza.

Porque como ‘cualquier tiempo pasado nos parece mejor’, dentro de un tiempo envidiaré el día de hoy. Quién soy, cómo soy y cómo vivo mi vida.

Somos así de imperfectos los humanos. Sólo sabemos añorar, quejarnos y nos olvidamos de disfrutar lo que un día querremos que vuelva. O no. Pero lo añoraremos.

Supongo que el optimista máximo debe de hacer lo mismo pero al revés. Añora el mañana. Tiene ganas de que pasen las horas porque sabe que más tarde siempre estará mejor. Que el después es preferible al ahora.

Pero tampoco me parece bien. Ni es bueno caminar despacio procurando desacelerar el tiempo, ni es bueno caminar deprisa acelerando las agujas del reloj.

El tiempo es el que es. Disfrútalo. Vívelo. Nunca volverá esto, ahora, hoy.

Así que, ¿qué estás haciendo? ¿A qué esperas?

5 junio, 2011

Y no tener que decirnos nada

Filed under: Personal — LB @ 23:34
Tags: , , , ,

Escúchame princesa que la lluvia no molesta, que mi mente está muy cerca del colapso. No jures que algún día me quisiste, que nunca me engañaste pero el tiempo te cansó. No te inventes más historias de novelas.

Yo me fui pa’ ti derecho y así entraste en mi memoria. Vi que crecían amapolas en lo alto de tu pecho. Todas las palomas que cojo vuelan a la pata coja. Soñando que aún no te has ido. Échale leña a la hoguera, la hoguera de sentimientos que arde si estoy a tu vera.

Si se ha muerto un sentimiento yo le encenderé una hoguera. Ya he llegado al horizonte. Siempre quiero estar contento, triste no valgo la pena. Deja de inventarte recetas. Yo como no soy muy normal decido buscarte. Como una aguja de un reloj que ha perdido el tiempo.

Me siento tan vivo pero tan enterrado. Ahora estoy huyendo sobre un suelo mojado. He perdido el rumbo y la noción del tiempo. Todo sigue igual que ayer. Las mismas caras de siempre. Y mi casa vuelve a arder con todos mis trastos dentro, todos mis recuerdos, todas mis ilusiones, toda mi vida vacía de sensaciones.

¿Qué me cuentas del tiempo que pasa en tu pestañeo que me trae por esta calle de amargura y de lamento? Que no te quiero mirar. Loco yo me estoy volviendo.

Se jura algo tan efímero y tan eterno. Dicen que el tiempo y el olvido son como hermanos gemelos, que vas echando de más lo que un día echaste de menos.

No quiero verla más. Quiero decirte al oído: desaparece de mi mente. Que ya no puedo quererte. Porque a veces me lío y a veces me lías.

Y yo que vivo soñando, mi corazón late a contratiempo. Sabe que está dentro de mis sueños mi pecado original que me condena y me salva. Nadie tiene la respuesta.

Y no tener que decirnos nada.

-Estopa-

2 junio, 2011

Acomodados

Acomodados. En el sofá de su casa, de su vida.

Empiezan cambiando de canal. Lo llaman hacer zapping. Hacia delante, hacia atrás. No se deciden. 10 segundos aquí, 2 minutos allá. Parece que esto les gusta porque aguantan 10 minutos… pero siempre vuelven a cambiar.

Hasta que se cansan de buscar el canal que más les pueda gustar -el idóneo para ellos- entre toda la oferta de canales y se conforman. Dejan el mando a un lado y deciden probar, darle una oportunidad. Y si no es demasiado horrible lo que ven, ahí se quedan.

Ya han perdido suficiente tiempo, ahora sólo quieren poner los pies encima de la mesa y dejar que pasen los minutos vacíos, la noche.

Y de este modo el hombre se adormita en el sofá y en su vida.

Blog de WordPress.com.