Dejarse querer es bonito, es placentero, te hace sentir bien. Ver que te quieren te calma, te revitaliza, te da energía. Sentirse querido es gozar, es brillar, es maravilloso.
Dejarse querer por una noche, durante un día o durante toda la vida. Ver que te quieren y observar en la distancia el hecho. Sentirse querido por un ser amado.
No puedes evitar que te quieran, pero sí que te odien. No puedes obligar a que te quieran, pero sí enamorar a alguien. No puedes decidir a quién querer, aunque a veces así lo parezca.
Si el amor es libre y no responde a razones, ¿por qué acartonarlo entre las cuatro paredes que guardan tu vida? Deja que el amor enamore, que es lo que sabe y tiene que hacer. ¿Enamorarse y equivocarse no es maravilloso? No hay nada peor que arrepentirse de no haber amado.
Y como dicen… lo mejor que te puede suceder en la vida es que ames y seas correspondido.