¿Por qué ves palomas muertas si están rodeadas de flores?
¿Por qué tomas lo que te sobra si llevas los bolsillos vacíos?
¿Por qué respiras lo que te mata en vez de llenar de aire tus pulmones?
¿Por qué remarcas la mancha negra en vez de deslumbrarte con la luz blanca?
¿Por qué te quedas con aquello que te quita el sueño y no con lo que te motiva el despertar?
¿Por qué no sueñas?
¿Por qué no te dejas? Llevar…
No temas.
No sufras.
No huyas.
No puedo evitarlo, ni quiero. NO.
¿Debería?…
Me he quedado sin pulso y sin aliento
separado de ti. Cuando respiro,
el aire se me vuelve en un suspiro
y en polvo el corazón, de desaliento.
No es que sienta tu ausencia el sentimiento.
Es que la siente el cuerpo. No te miro.
No te puedo tocar por más que estiro
los brazos como un ciego contra el viento.
Todo estaba detrás de tu figura.
Ausente tú, detrás todo de nada,
borroso yermo en el que desespero.
Ya no tiene paisaje mi amargura.
Prendida de tu ausencia mi mirada,
contra todo me doy, ciego me hiero.
Ángel González
Escritura Visual 