Atrapasueños

Hace ya 5 años que me regalaron un atrapasueños por Navidad. Dicen que estos objetos te ayudan a dormir mejor porque impiden que tengas pesadillas, es decir, atrapa los malos sueños.

Después de 5 años me planteo si no debería haber cambiado ese regalo que creo está defectuoso. A mí nunca me quitó las pesadillas, pero sí los sueños. Porque, en realidad, ¿cómo distingue cuáles son buenos y malos? Y, ¿por qué no se llama ‘atrapamalosueños’? Con esta falta de coherencia ni el propio objeto sabe cuál es su función.

Estoy perdida, no sé qué debo hacer.

Por otro lado, si me deshago del atrapasueños y empiezo a soñar… ¡quizá sea peor el remedio que la enfermedad! Sueños y más sueños, como una cosa boba… Y soñar con historias que jamás ocurrirán… No sé si me convence. (Además, ‘si sueñas, loterías’, ¡a ver si me voy a volver una ludópata!)

Creo que será mejor seguir así, malsoñando y trasnochando para evitar los malos sueños. Que, quizá no son tan malos, a pesar de todo…

¿Realidad o ficción?

The wall

Me robas el sueño y las horas de

dormir.

Mañana, tarde y noche;

no puedo

dormir.

 

El muro frente al que me encuentro

siempre estuvo ahí.

No quieras engañarme,

estúpido yo,

márchate de aquí.

 

Me hablaste sobre The wall

(de Pink Floyd)

pero oí The world.

Ya empezamos sin entendernos.

Y donde yo veía un mundo

tú siempre viste una pared.

Y ahora, insomnio

Dicen que si explicas un sueño, éste ya no se cumple. ¿Y si no puedes evitar compartirlo mientras lo vives… se acaba antes?

También dicen que lo bueno, si breve, dos veces bueno.

Y que la vida es sueño y los sueños, sueños son.

…

Cuando te hacen un truco de magia y no eres capaz de descubrir el truco, te lo crees. De algún modo te lo crees. Aunque sabes que la magia no existe y que esa persona -el mago- es alguien como tú. Pero no logras entender qué ha pasado. Te han engañado delante tuyo, premeditadamente, y aún estando alerta, te la han colado.

La magia es ficción, una mentira. Nada por aquí, nada por allá y ¡tachán!… pasa algo que no esperabas. De golpe una mentira parece real. Pero el truco tiene una duración determinada: empieza y acaba. Mientras ves el truco alucinas, cuando acaba te quedas pensativo y al cabo de un par de horas -a lo sumo- ni te acuerdas de lo que pasó y lo asumes como un simple pasatiempo.

Un pasatiempo…

Un pasatiempo que te ha entretenido gracias a la magia y que igual que empieza tiene que acabar.

…

Y ahora, insomnio.